La presencia de grasa en diversas zonas de nuestro cuerpo es algo común, independientemente de si estamos hablando de una acumulación mayor o menor. En cierto sentido, esto es parte de la naturaleza humana, ya que estas reservas de energía son un mecanismo que nuestro organismo utiliza para afrontar posibles necesidades futuras. Hoy en día sabemos que el tejido celular subcutáneo o comúnmente llamado tejido adiposo es productor de muchas hormonas necesarias para regular nuestro organismo. Sin embargo, cuando esta acumulación de grasa excede ciertos límites, puede convertirse en un factor desencadenante de enfermedades metabólicas o cardiovasculares.
El peso, por sí mismo, no es un indicador definitivo de tener buena salud, ya que el músculo y los huesos también pesan. Esto significa que una persona atlética podría pesar más que alguien no atletico, mientras que la segunda podría tener índices de grasa corporal significativamente más elevados.
En el pasado, la medición de estos índices solía ser una tarea complicada, ya que requería de maquinaria especializada que no estaba disponible para su uso doméstico. Sin embargo, en los últimos años ha surgido una técnica sencilla y fácil de realizar en casa. Una técnica que te vamos a explicar en este artículo.
¿Qué es el Índice de Masa Corporal (IMC)?
El Índice de Masa Corporal (IMC) es una medida que se utiliza comúnmente para evaluar la relación entre el peso y la altura de una persona. Es una herramienta sencilla y rápida que proporciona una estimación de la cantidad de grasa corporal en relación con la masa muscular y ósea. El cálculo del IMC se realiza dividiendo el peso de una persona en kilogramos por el cuadrado de su altura en metros (posteriormente te daremos un ejemplo y explicación más precisa).
El resultado obtenido a través de esta fórmula se clasifica en categorías que indican el rango de peso de una persona. Estas categorías son comúnmente conocidas como «bajo peso», «normal», «sobrepeso» y «obesidad», cada una con subcategorías más específicas.
A pesar de ser una buena herramienta, es importante destacar y reconocer que no distingue entre masa muscular y grasa, limitando su precisión en ciertos casos.
¿Por qué es útil este método para medir la grasa corporal?
Aunque el IMC tiene sus limitaciones, sigue siendo un indicador valioso para obtener una evaluación general de la salud. Al proporcionar un punto de partida, puede ser una herramienta clave para entender nuestra composición corporal y tomar medidas o mediciones más precisas, si es necesario, para tomar acción con respecto a nuestra silueta y salud.
¿Cómo calcular tu índice de grasa corporal en casa?
Calcular tu IMC es muy sencillo y te tomará muy poco tiempo. Coge tu calculadora y comenzamos:
Simplemente divide tu peso (en kilogramos) por el cuadrado de tu altura (en metros): IMC = Peso (kg) / Altura^2 (m^2) = %
Para clarificar, consideremos un ejemplo: Si pesas 70 kg y mides 1.70 m de altura, el cálculo sería: IMC = 70 / (1.70^2) = 24.2 % Según la clasificación común, estarías en el rango de peso normal.
¿Cuáles son los porcentajes de grasa ideales?
Los porcentajes “ideales” se situarán en un rango porcentual que varía según el sexo, pues la composición corporal y el grado de grasa corporal es muy diferente entre hombres y mujeres. De esta manera entendemos que:
Porcentaje de grasa ideal en Mujeres
Bajo: 10-12%
Normal: 21-24%
Sobrepeso: 25-31%
Obesidad: 32% o más
Porcentaje de grasa ideal en Hombres
Bajo: 2-4%
Normal: 15-17%
Sobrepeso: 18-25%
Obesidad: 26% o más
Como ves las estimaciones varían sustancialmente y un porcentaje de grasa normal varía enormemente entre hombres y mujeres.
Otros métodos más complejos que pueden ayudarte a medir tu grasa corporal
Aparte del IMC, existen otros métodos que pueden resultar más precisos, pero que a la vez tienen mayor complejidad:
Plicometría
Esta técnica se basa en la idea de que la cantidad de grasa subcutánea, la cual se encuentra justo debajo de la piel, puede ser estimada midiendo el espesor de los pliegues cutáneos en diferentes áreas del cuerpo.
El instrumento principal utilizado es el plicómetro también conocido como calibrador de piel. Este dispositivo posee dos brazos con extremos puntiagudos que se utilizan para pellizcar la piel en el área específica de interés. La medida tomada es el grosor de los pliegues cutáneos en milímetros.
Es importante destacar que la precisión de los resultados depende en gran medida de la habilidad del operador al tomar las medidas y de la elección adecuada de los sitios de medición.
Bioimpedanciometría
La bioimpedancia es una técnica utilizada para medir la resistencia eléctrica a través del cuerpo con el objetivo de estimar el porcentaje de grasa corporal. Este método se basa en la premisa de que los tejidos corporales, como la grasa y la masa magra, presentan diferentes conductividades eléctricas. La resistencia que ofrece el cuerpo al paso de una corriente eléctrica proporciona información sobre la composición corporal.
Para este cálculo actualmente usamos básculas de pie que hacen pasar dicha corriente por el cuerpo entrando por un pie y saliendo por el otro y haciendo de esa manera el cálculo de la cantidad de kilos que tenemos de cada uno de los componentes de nuestro organismo. Así podemos saber cuánto músculo, cuánta grasa, cuánto hueso, cuánta agua.
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